jueves, 18 de diciembre de 2014

Lebenslangerschicksalsschatz

"- Ehm... Disculpa.

- Oh, hola. Eres tú. Oye , escucha, no sé que impresión te habrás llevado antes pero no me interesa tu...

- No, no, no, no. Sólo... Sólo es una pregunta. Victoria es una chica estupenda, ¿por qué no quieres casarte con ella?

- Hum, vale... Victoria es wunderbar. Bueno, perdona, wunderbar significa maravilloso en alemán.

- Sí, ya. Lo sé.

- Oh, ¿hablas alemán?

- No, no. Sólo era esa palabra.

- Oh... Muy bien, Victoria. Hay una palabra en alemán: lebenslangerschicksalsschatz. Y la traducción más aproximada sería "para siempre , tesoro del destino". Y Victoria es wunderbar, pero ella no es mi lebenslangerschicksalsschatz. Es es mi beinaheleidenschaftsgegenstand, ¿sabes?

- No.

- ¿Entiendes wunderbar pero no conoces beinaheleidenschaftsgegenstand? Es se aprende en el "kindergarden". Perdona, "kindergarden" es el jardín de...

- No, no, eso sí lo sé.

- Oh. ¡Pero no entiendes beinaheleidenschaftsgegenstand que es el más coherente!

- ...

- Significa... La cosa que crees que es lo que más deseas... pero no del todo. Eso es Victoria para mi.

- ¿Cómo sabes que  no es una lebenslangerschicksalsschatz? ¿Y si dentro de unos años se convierte en una... lebenslangerschicksalsschatz?

- ¡No! Lebenslangerschicksalsschatz no es algo que se vaya desarrollando con el tiempo. Es algo que sucede instantáneamente, y pasa a través de ti como el agua de un rio después de la tormenta. Llenándote , y dejándote vacío a la vez. Lo sientes por todo tu cuerpo, en las manos, en el corazón, en el estómago, y en la piel... Lo siento amigo. ¿Alguna vez has sentido eso por alguien?

- Creo... creo que sí.

- Si tienes que pensarlo, es que nunca lo has sentido.

- ... ¿Y estás absolutamente seguro de que la encontrarás? 

- Por supuesto. Todos la encontramos con el tiempo. Pero no sabemos ni cuándo... ni dónde."



lunes, 28 de abril de 2014

Sueños.

Desde que somos niños y tenemos uso de la conciencia, soñamos. Soñamos con ser y tener algo, ya sea un niño que sueña ser astronauta para poder estar en el espacio, o que sueña con ser un superhéroe para poder salvar su ciudad de los villanos, o simplemente sueña con comprar unas patatas para tener por fin ese tazo que tanto deseaba.

Con el tiempo todos esos sueños se desvanecen porque como es evidente no se puede ser un superhéroe, pero no desaparecen del todo, ya que quedan reemplazados por otros. Las personas sentimos la necesidad de creer en algo y buscamos sueños en los que creer o incluso personas en las que creer.

Y la pregunta que lleva varios días rondando por mi cabeza es sencilla, o quizá no tanto. ¿Realmente se pueden llegar a conseguir? ¿Se podrían hacer realidad? Primero deberíamos partir del factor de que hablamos de un sueño por el que podemos luchar, que poniendo de nuestra parte se podría llegar a conseguir, porque nadie puede depender de un factor suerte. Y quizá también deberíamos partir de que en dichos sueños no debería de haber una segunda persona, nadie más que tú. La respuesta no siempre está en alguien más, es un error que tendemos a cometer.

¿Cómo te ves ahora mismo? ¿Cómo te ves dentro de unos años? A veces nos frustramos con éstas preguntas, nos sentimos perdidos como un niño que no encuentra a su madre en un centro comercial, en un mundo lleno de desconocidos y pasillos que no sabe dónde le llevarán. Y eso mismo pasa con nuestros sueños. Desde el momento en que nos planteamos algo y fijamos una meta, comenzamos a andar por un laberinto de pasillos, y muchas veces sentiremos que estamos perdidos, en un callejón sin salida. 

¿Estoy hecho para perseguir este sueño? ¿Tengo el equipamiento necesario para correr por este laberinto? Es lo que deberías preguntarte primero. Una vez leí: "cada semilla no puede dejar de ser lo que es, las amapolas nacieron siendo amapolas y los pensamientos nacieron siendo pensamientos y nunca podrían ser otra flor diferente, aunque quisieran. Está establecido así desde el principio de los tiempos y lo mismo sucede con las personas."

Y entonces es cuando debes alzar la vista y ver que eres la flor indicada para esas tierras, sentirte orgulloso del camino que has recorrido, y sabrás que no eres una amapola que sueña con ser un pensamiento. Porque una flor no puede sobrevivir en tierras desconocidas, al igual que una persona no puede sobrevivir en un sueño que no es para ella.